The Scandal of Chunhwa (2025) es un histórico corto que engaña mucho y lo hace para bien. No esperaba en absoluto el mensaje tan potente que deja, porque el principio aparenta una cosa distinta de lo que luego es, y creo que es de lo mejor y más sorprendente que he visto en muchísimo tiempo. Me ha encantado.

The Scandal of Chunhwa ha sido una de las mejores sorpresas que me ha dado dramalandia últimamente, un histórico que no se parece en nada a los históricos de siempre y que me ha gustado mucho. El drama, de solo 10 episodios, empieza con una carga erótica que no es habitual y pensaba que la trama sería flojilla, priorizando contenidos inusuales sobre una buena historia o un mensaje, aunque la factura técnica sí que es excelente. Y no podía estar más equivocada, porque este kdrama está cargado de sorpresas positivas y no solo no es común en su desarrollo (¿cuándo se ha visto que ESO pase al principio?), sino que engaña con unos primeros capítulos donde sí, vemos mujeres empoderadas y una princesa, Go Ara, que se rebela contra lo establecido, pero lo que llama la atención es otra cosa, que es una mera excusa para atrapar al espectador en una historia que cuestiona el sistema patriarcal confuciano, plantea abiertamente lo absurdas que eran las leyes del divorcio de la época y, sobre todo, es una oda al derecho a elegir, a la reafirmación de la identidad personal y a la sororidad. Hay romance, sí, alguno que sale bien y otros que parten el corazón al ver a la pareja distanciarse, pero, sobre todo, este drama me ha encantado porque me ha sorprendido mucho y por el mensaje de unidad tan potente que lanza sobre luchar contra lo que no es justo: que no podamos cambiar algo no significa que no debamos, como poco, intentarlo, y esa lección se muestra una y otra vez a través de personajes femeninos cuya fuerza radica en la unión de su inteligencia, valentía, atrevimiento y capacidad de empatizar. Las mujeres de este drama son realmente geniales y están acompañadas de unos hombres que, si bien están dentro del sistema, las respetan, que no es poco. Eso, sí, los subtítulos de pena.